DÍA DE LA MEMORIA, POR LA VERDA Y LA JUSTICIA
los argentinos, una fecha que nos recuerda el comienzo de un período
de violencia,
de persecución y de incumplimiento de los derechos de los
derechos constitucionales. Si bien no fue el primer golpe de estado que vivió
nuestro país, sí fue el más dramático porque provocó más de
30.000 desaparecidos, entre ellos niños y mujeres, que fueron secuestrados, torturados
y
asesinados en centros de detención clandestinos. Esas acciones violentas e
ilegales se llevaron
a cabo por un gobierno que no había sido elegido por el
pueblo, como lo hacemos en un
gobierno democrático, sino que se trató de un
gobierno que había tomado el
poder por la fuerza y había anulado las voces de
quienes pensaban diferente y
defendían sus derechos.
Por eso, cuando
hablamos de esta fecha usamos la expresión “Nunca Más” para referirnos
a un
período duro de nuestra historia, un período donde unas valientes mujeres,
madres
y abuelas, exigieron justicia y levantaron la voz en busca de sus hijos
y nietos
desaparecidos. Y donde un gran número de personas no bajaron los
brazos y
siguieron expresando sus ideas y luchando por un país en el que se
respeten
sus derechos.
Desde hace dieciséis
años recordamos esta fecha como el Día Nacional de la
Memoria por la Verdad y
la Justicia, lo recordamos porque es
necesario recordar
la historia, nuestro pasado y a quienes lucharon para
conseguir un país democrático,
en el que todas las voces se escucharan.
Pero la memoria, el
recuerdo de lo que pasó no sólo nos permite conocer
los hechos pasados sino que también nos permite reflexionar
sobre los hechos
presentes, porque aunque hoy estamos en democracia sigue
habiendo desaparecidos,
niños, adolescentes, mujeres y hombres que han sido
secuestrados y desaparecidos
por distintas razones: trata de personas, secuestros
extorsivos, persecución
política, policial, etc. Según el último informe del
año 2015, hay más de seis mil
desaparecidos desde la recuperación de la
democracia, en 1983. Y no son solo un número
para la estadística, se trata de
miles de historias de vidas y de cientos
de familias que
hoy esperan respuestas y exigen justicia.
Por eso, por lo que
pasó y por lo que pasa es importante recordar este día porque somos
nosotros
los responsables de defender, de exigir que nuestros derechos se cumplan y de
defender la democracia como una forma de vida en todos los ámbitos y contextos,
inclusive
en la escuela, en donde tenemos la oportunidad de participar e intercambiar
nuestras
ideas, en donde comenzamos a entender que es mejor hacer escuchar
nuestra voz
antes de que otros nos enseñen a callarnos.
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