El Dragón guardián
Este cuento empezó en una pequeña
aldea, donde vivía un enorme y feroz dragón, en una casa
supergrande. El dragón cuidaba a todas las personas de la aldea.
Además, podía agrandarse y achicarse cuando quería.
Un día se hizo del tamaño de un niño
de 7 años, y salió a pasear por el bosque. Mientras estaba
caminando, apareció un lobo feroz y lo asustó. El dragón le dijo:
-No soy Caperucita; los tres
chanchitos, jamás. Y..¿quién te tiene miedo, Lobo, Lobito?¡Andate
de acá!
El lobo se fue. Atrás del lobo,
apareció un duendecito dormido, en una camita. El dragón al verlo
se asustó y salió corriendo. Vio una casita y se metió adentro
para esconderse. Era la casa de los 7 enanitos. Al dragón no lo
asustaban los lobos ni los monstruos, pero los seres pequeños sí.
Cuando vio que todo en la casa era pequeño, prefirió salir volando
de allí.
Tan apurado salió, que en el aire se
chocó con una bruja que volaba en su escoba. El dragón cayó, justo
sobre la casita de chocolate de la bruja. La bruja le lanzó un
hechizo:
-¡Por las mil viejas, conviértete en
abeja!
Convertido en abeja, el dragón picó a
la bruja y volvió volando a la aldea.
Ahora que era una pequeña abeja, los
seres pequeños no le daban miedo. Entonces buscó al duende del
bosque para que lo ayude a deshacerse del hechizo de la bruja. El
duende lo ayudó. Desde entonces, ya no le dan miedo los seres
pequeños.
Así terminó este cuento que a todos
nos encantó y comenzamos de nuevo porque éste se acabó.
Autores: 2° A (Creación colectiva)
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